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Dresde, la ciudad renacida/ 🇩🇪 Alemania

  • Foto del escritor: Jorge García
    Jorge García
  • 26 ene 2022
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 27 ene 2022

La capital de Sajonia luce como nunca su recuperado barroquismo tras ser arrasada durante la Segunda Guerra Mundial.



Dresde es el ave fénix de las ciudades alemanas. La capital de la región de Sajonia renació, literalmente, de sus cenizas tras la Segunda Guerra Mundial. A escasas semanas para el final de la contienda, los bombardeos aliados arrasaron con el casco antiguo. Afortunadamente, hoy Dresde vuelve a brillar casi con el mismo fulgor que en su época de mayor esplendor, durante el reinado de Augusto II el Fuerte en el siglo XVIII. Las obras de reconstrucción realizadas tras la Guerra y, sobre todo, las restauraciones tras la reunificación alemana en los 90 han devuelto a la ciudad el apelativo de 'La Florencia del Elba' con que la designó el filósofo romántico aleman Johann Gottfried Herder.


Cómo llegar

Dresde se ubica al este de Alemania, en lo que fue la antigua RDA, muy cerca de la frontera con la República Checa (a poco más de 100 kilómetros de Praga). Aunque dispone de aeropuerto internacional, viajé a la capital sajona desde Berlin. Ambas ciudades está muy bien comunicadas por tren y autobús. Hice el viaje en ambos transportes. La ida en bus (unas 2 horas y 20 minutos de agradable trayecto en un autobús de dos plantas, prácticamente vacío) y la vuelta en tren (unas 2 horas de duración). Me llamó poderosamente la atención, por lo barato, las tarifas de los transportes en Alemania: solo 6 euros el autobús y 18 euros el tren de alta velocidad. En ambos casos, mi punto de llegada y de salida en Dresde estaba en la estación de tren del barrio de Neustadt (Ciudad Nueva), desde donde hay un agradable paseo a pie de apenas 15 minutos hasta el casco histórico (Alstadt).



Markthalle

Llegué a Dresde a primera hora de una gélida mañana de enero. El frío y que el día de mi visita fuese un lunes explica el poco movimiento de visitantes que percibí en la ciudad. Aún había bastante nieve acumulada en la ribera del río pese a que no nevaba desde hace bastantes días. Las temperaturas en la ciudad rara vez suben de los 4 grados durante este mes, por lo que mi cuerpo pedía a gritos una bebida caliente que lo reconfortase. El lugar perfecto para ello queda de camino hacia el Alstadt antes de cruzar el puente de Augustursbrücke sobre el río Elba. Se trata del Neustädter Markthalle (el mercado de Neustadt). Un mercado histórico que abrió en sus puertas en 1899 y que hoy modernos puestos de alimentación, moda y restauración ocupan las cuatro plantas de este bello centro comercial de columnas y escaleras de hierro de tonos pastel. Me tomé un café capucchino que no solo me hizo entrar en calor sino que también ayudó a despertarme tras madrugar bastante para el viaje. La parada también me sirvio para hacer una última planificación de mi asalto al barrio monumental con la guía 'Lo mejor de Alemania' de Lonely Planet.


Alstadt

Alstadt es el nombre en alemán de la Ciudad Vieja de Dresde pero rápidamente se percibe, en cuanto pones un pie en el barrio, que todo parece muy nuevo. Y en gran media, es así. Esta bellísima zona monumental sufrió con toda su furia los bombardeos aliados al final de la Segunda Guerra Mundial. Yo recomiendo, antes de una escapada a la ciudad, la lectura del libro 'Dresde 1945, fuego y oscuridad' de Sinclair Mckay, publicado en 2020. La obra contiene una descripción muy minuciosa tanto de la Dresde y la vida de sus ciudadanos antes de la Guerra como del terrible bombardeo y sus secuelas. Todo lo antiguo y monumental parece a su vez tan nuevo debido a una gran labor de reconstrucción y restauración. Varias zonas del barrio histórico aún presentan trabajos de reforma y la impresión que me llevé es de una ciudad a estrenar: los adoquines de las calles del Alstadt aún tienen el brillo de piedra recién tallada o las fachadas de los edificios parecen recién pintadas. También me llamó positivamente la atención una excesiva limpieza a la que los españoles no estamos acostumbrados en las calles de nuestras ciudades.


Frauenkirche

El símbolo de Alstadt y de Dresde es la Frauenkirche, que con su cúpula de 96 metros de altura domina el skyline de esta parte del río Elba. Esta iglesia dedicada a la Virgen es el monumento más destacado de la capital sajona ya que es el que mejor representa su resurgir. La primitiva iglesia, de principios del siglo XVIII, se derrumbó por completo el 15 de febrero de 1945. De no haber hecho una lectura previa sobre la historia de la ciudad, hubiese creído que estaba en una original iglesia barroca dieciochesca. Está reconstruida con fidelidad a la original aunque hubo que esperar a la caída del Muro de Berlín para iniciar su recuperación. Las autoridades comunistas de la Alemania del Este no tenían como prioridad la restauración de edificios religiosos. Finalizada en 2005, el acceso hoy es gratuito y en el exterior del edificio llama la atención la combinación de piedra clara (la usada para la reforma) con partes de mampostería renegrida original que se rescató entre los escombros.


Neumarkt

La Frauenkirche se ubica en la Neumarkt, una de las plazas más grandes, bonitas y concurridas del casco antiguo. La plaza del Mercado Nuevo, pese a que data del siglo XVI, gira en torno a una estatua del reformador Lutero y en ella también se realizó una reconstrucción fidedigna de los históricos edificios que la circundan. Como casi todo en Dresde, también desaparecieron tras el bombardeo de la ciudad. La mayoría se recuperaron igualmente tras la reunificación alemana y la plaza luce de nuevo con las románticas fachadas de colores de sus edificios con característicos techos rojos abuhardillados a dos aguas. Hoy albergan hoteles, restaurantes, cafeterías o negocios de larga tradición como Meissen, que vende la porcelana más antigua de Europa, o la relojería Lange & Söhne, fundada en 1845.


El balcón del Elba

No hay grandes distancias en el Alstadt por lo que es un barrio que es abarcable a pie. La terraza de Brühl abarca la ribera del casco antiguo junto al río y se la conoce como el 'balcón del Elba'. Desde este elevado paseo peatonal se tiene una de las mejores vistas al río, sus puentes y a la ciudad nueva. Está salpicado de edificios emblemáticos y visitables como la Academia de Arte o el Albertinum, el museo de Bellas Artes más importante de Dresde que expone obras de Claude Monet o Marc Chagall. El paseo desemboca (o empieza) en la Schlossplatz o plaza del palacio. Para mí, otro de los espacios mas bellos de Dresde. Aquí se localiza un conjunto de edificios llamativos, como la catedral católica, la Casa de Juntas y el impresionante Residenzschloss.


Residenzschloss

El inmenso palacio real de Dresde ha sido la residencia de la familia real sajona durante 4 siglos hasta el fin de la I Guerra Mundial. Es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Aunque levantado en el siglo XV, predomina el estilo barroco tras una reforma realizada en el siglo XVIII. Al igual que la mayoría de monumentos del casco histórico, los bombardeos aliados de la II Guerra Mundial lo redujeron a escombros y las obras de rehabilitación se alargaron durante más de 40 años, tomando impulso especialmente tras la caida del Muro. Hoy, con su esplendor recuperado, acoge varios museos con colecciones de la casa real de Sajonia (obras de arte, trajes, armas o monedas). Yo recomiendo bordear el edificio y explorar sus pasajes, arcadas y no perder detalle de las esculturas que lo adornan. Mi rincón favorito del palacio y de la ciudad es el Mural del Desfile de los Príncipes o Fürstenzug.



Fürstezung

El Mural del Desfile de los Príncipes es el mural de porcelana más grande del mundo. Está hecho con 24.000 azulejos de pocelana de Meissen y abarca más de 100 metros de largo. El mosaico se ubica en la pared norte del establo del palacio real en la calle que une la Schlossplatz con la Neumarkt y representa la historia de la dinastía Wettin como un desfile de jinetes a tamaño natural. Como curiosidad, tengo que destacar que este mural forma parte del reducido patrimonio que se salvó de las bombas e incendios de la Guerra debido a la capacidad de la porcelana para soportar elevadas temperaturas.




el imán 

Población: 557.000 habitantes
Distancias: 193 kms a Berlín; 138 kms a Praga  
Llegar en bus: www.flixbus.es/
Llegar en tren: www.bahn.com/es
Moverse: el centro es abarcable a pie. La ciudad cuenta con una red de 12 líneas de tranvía.  
Un pero: la frialdad de la población local. En general, son muy serios.
Web: https://www.dresden.de/es/turismo/turismo.php
Guía: Le Nevez, Catherine y otros (2019). 'Lo mejor de Alemania' de Lonely Planet. Ed. GeoPlaneta.
Lectura: Mckay, Sinclair (2020).'Dresde, 1945. Fuego y oscuridad'. Barcelona. Ed. Taurus.


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